El carácter performativo del discurso tiene una importancia destacada en la obra isidoriana, marcando una serie de líneas de acción que el creyente debería tener en cuenta al momento de obrar. Como instrumento destacado, podemos incluir en este contexto a la figura, atributos y seducciones a través de las cuales el demonio tiene una presencia concreta en el mundo de los hombres.

El presente trabajo, tomando como base fundamental las Sentencias de Isidoro de Sevilla escritas entre 612-615, se propondrá ahondar en las formas y propósitos que pueden atribuirse en particular a la violencia, fundamentalmente el uso del temor, en la construcción del discurso performativo eclesiástico, prestando atención a las estrategias puestas en juego al momento de referirse a las acciones violentas y al énfasis colocado sobre aquellos encargados de materializarlas.