El tema de la supuesta convivencia armónica entre cristianos, musulmanes y judíos en la España medieval fue objeto de una feroz polémica, que iniciaran, en la década de los ’50 del siglo pasado, dos célebres académicos: Claudio Sánchez-Albornoz y Américo Castro. Miles de páginas se han escrito acerca de este enfrentamiento en los últimos cincuenta años y probablemente se escribirán otras miles en los próximos. Por consiguiente, no propondremos un análisis de la discusión en sí (cosa que otros muchos han realizado con anterioridad) sino, en especial, de sus antecedentes y sus consecuencias. En particular, se considerarán los ecos actuales de esta oposición, ecos que no sólo han modificado sus protagonistas sino, sobre todo, su espacio de lucha y los resultados derivados de la adopción de una u otra postura interpretativa. De hecho, si algo resulta manifiesto en este debate es que el mismo, pese a afectar la realidad histórica de España, no tuvo a ésta como centro exclusivo de las posiciones en pugna. Por el contrario, surgió en América (ya que cada contendiente escribía desde uno y otro extremo de ese continente) y, en los últimos años, ha despertado mayor interés en determinados sectores académicos de ese mismo contexto americano que en otras partes del mundo.